Reto 21 # Cambio de identidad

Me llamo Manuel Llorente Torres y tengo diecisiete años, aunque tú me veas y piensas que tengo la apariencia de un hombre de cuarenta. Y es que mi edad tiene una historia. 
Durante los primeros veintitrés años de mi vida fui Victoria Llorente Torres, cambié mi identidad, mi sexo y mi vida hoy mismo y en este instante más o menos, hace exactamente diecisiete años. Por eso siempre digo que Manuel tiene diecisiete años, que Victoria murió a los veintitrés. 
Fue una decisión muy difícil, muy meditada. Desde que tengo uso de razón me sentía hombre. No me gustaba hacer "cosas de niñas", añoraba la vida que llevaban mis hermanos mayores, me gustaba ir con ellos a jugar al balón, a arrastrarnos en cajas de fruta por las calles empinadas del barrio. Pero sobretodo me gustaba ir con mi abuelo a la huerta y cavar hasta que me sangraban las manos. Era mi forma de dar salida a toda mi frustración. 
-¡Ay mi Manolillo! - me decía mi abuelo - ¿Qué habrá salido mal contigo que deberías haber salido con pito y no con conchita?
Él lo veía claro desde el principio, no me juzgaba, me aceptaba, me llamaba Manolillo, por eso tiempo después me puse aquel nombre, Manuel, como mi abuelo. 
No fue fácil, los niños son crueles, me llamaban marimacho, me apartaban de su lado, los niños no me dejaban jugar al fútbol con ellos, las niñas no me aceptaban en sus corrillos.
El día que mi abuelo murió cogió mi mano antes de expirar, y como si de el final de una película se tratase me dijo: 
- Sé siempre tú mismo Manolillo.
Al día siguiente comencé a organizar la operación, hablé con mil médicos, comencé el tratamiento y un año después ya no fue necesario afeitarme más. 
Ahora, a  mis cuarenta años sumados entre Victoria y Manuel recapacito en si realmente hice lo correcto. No es que me sienta mujer, por supuesto que no, tengo muy claro que siempre fui un hombre. Pero me hubiera gustado ser madre. La naturaleza me arrebató mi identidad, pero se me permitió el regalo de la maternidad. ¿Soy el único hombre que ha soñado con albergar en su vientre el milagro de la vida? Yo tuve esa oportunidad y la perdí. 
Era un hombre sí, pero con la magia que conlleva un cuerpo de mujer. 

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